sábado, 30 de mayo de 2015

Athletic, Athletic, Zu zara nagusia.






Athletic, Athletic, eup!
Athletic gorri ta zuria
danontzat zara zu geuria.
Herritik sortu zinalako
maite zaitu herriak.


Gaztedi gorri-zuria
zelai orlegian
Euskalerriaren
erakusgarria.
Zabaldu daigun guztiok
irrintzi alaia:
Athletic, Athletic
zu zara nagusia!
Altza gaztiak!


Athletic, Athletic
gogoaren indarra.
Aritz zarraren enborrak
loratu dau orbel barria.


Aupa mutillak!
Aurrera gure gaztiak!
Bilbo ta Bizkai guztia
goratu bedi munduan.
Aupa mutillak!
Gora beti Euskalerria!
Athletic gorri-zuria
geuria.

Bilbo ta Bizkaiko gaztiak gora!
Euskaldun zintzoak aurrera!

miércoles, 27 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. FRANÇOIS- MARIE RAOULT.



Fuente: fisicanet.com-wikipedia

Raoult, François Marie (Fournès, 10 de mayo de 1830 - Grenoble, 1 de abril de 1901)

Químico y físico francés. Profesor en la Universidad de Grenoble. Estudió la relación entre la fuerza electromotriz de las pilas en su balance termoquímico. Confirmó la teoría de Guldberg sobre el descenso del punto de congelación de las disoluciones a partir del cual elaboró un método para la determinación de pesos moleculares.

Estudió también la presión de vapor en las disoluciones y enunció la ley que lleva su nombre.

En 1887, expresó la variación de la presión de vapor, al mostrar que la disminución relativa de la presión de vapor (a la misma temperatura), de un líquido volátil al disolver en él un soluto no salino cualquiera, es igual a la fracción molar del soluto, que se conoce como la ley de Raoult.

Fue también Raoult quien determinó que en el aumento de la temperatura de ebullición de la disolución depende de la concentración del soluto (no salino) y de la naturaleza del disolvente.

martes, 26 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. JOSEPH LOUIS PROUST.

Fuente: biografiasyvidas.com

Joseph Louis Proust (Angers, 1754- id., 1826) Químico francés. Emigrado a España, fue profesor en Segovia y en Salamanca y dirigió en Madrid un laboratorio que le hizo construir Carlos IV. Miembro de la Academia de Ciencias francesa, llevó a cabo numerosos trabajos de análisis de cuerpos compuestos y estableció la ley de las proporciones definidas.

Joseph Louis Proust comenzó a estudiar en el laboratorio de su padre, a la sazón farmacéutico, y al mismo tiempo en el colegio de los oratorianos de su ciudad natal. Continuó sus estudios en París, donde trabó amistad con Lavoisier y ganó en 1776, tras un brillante concurso, el puesto de farmacéutico jefe en el hospital de la Salpêtrière. Por aquella época publicó sus primeros trabajos e inició su labor docente en el museo de su amigo Pilâire de Rozier, en cuyas experiencias aerostáticas participó. Esta vocación por la enseñanza le haría abandonar París a fines de 1778 y establecerse en Vergara (Guipúzcoa) para desempeñar la cátedra de química en el Real Seminario Patriótico, fundado poco antes por la Real Sociedad Económica Vascongada de Amigos del País.

Regresó a su patria en 1780, hasta que años más tarde fue llamado por Carlos IV y designado, en 1785, profesor de química del Real Colegio o Academia Militar para Oficiales y Caballeros Cadetes de Artillería, instalada en el alcázar de Segovia desde 1763. Desde 1799 hasta 1806 dirigió el laboratorio que el rey le hizo construir en Madrid. Éste era el resultado de la fusión de sendos laboratorios dependientes de los ministerios de Estado y de Hacienda, dirigidos hasta entonces, respectivamente, por Pedro Gutiérrez Bueno y Francisco Chavaneau. En 1798 había contraído matrimonio con una compatriota, la aristócrata Ana Rosa de Chatelain D’Aubigne, refugiada en España a raíz de la persecución de la aristocracia que instauró la Convención (1792-1795), y con ella regresó a Francia a fines de 1806, cansado y posiblemente enfermo. Allí se enteró, en 1808, del saqueo de su laboratorio durante el levantamiento popular producido en Madrid contra el invasor francés, así como de la pérdida de su empleo.

Tras una breve estancia en París fijó su residencia en su región natal, concretamente en el pueblo de Craon. Fueron años de penuria económica y, al mismo tiempo, de importantes logros científicos: en 1808 descubrió el azúcar de uva o glucosa, después de que Napoleón I invitara a todos los químicos franceses a buscar una nueva sustancia que remediara la escasez de edulcorantes causada por la guerra. Sin embargo, ya en España Proust había anticipado este descubrimiento (1799), e incluso había publicado en Madrid su obra Ensayo sobre el azúcar de uva (1806). Para la investigación y producción de dicha sustancia recibió, en 1810, una subvención que no terminó de remediar su maltrecha situación económica.

Las reiteradas negativas del gobierno español de Fernando VII ante la petición por parte de Proust de una pensión o al menos de algunas compensaciones, así como algunos problemas familiares, aumentaron aún más la natural introversión del sabio francés, que vivió aislado en su casa de Craon hasta finales de 1817. Poco antes, en 1816, había tenido lugar el primer reconocimiento oficial de sus méritos científicos al ser nombrado académico de número de la Academia de Ciencias de París. Sin embargo, la muerte de su esposa, ocurrida al año siguiente, hizo que Proust se retirara de forma definitiva a su ciudad natal y viviera el resto de sus días en total aislamiento, ni siquiera perturbado por sus nombramientos como caballero de la Legión de Honor (1819), miembro de la Real Academia de Ciencias de Nápoles (1819) y miembro asociado no residente de la Real Academia de Medicina de París (1820).

Joseph Louis Proust fue uno de los más relevantes químicos de su época. Entre sus aportaciones a la química sobresale, además del descubrimiento de la glucosa, el establecimiento la ley de las proporciones definidas que lleva su nombre y que le supuso una famosa y larga controversia (1801-1807) con su compatriota Claude Berthollet. La ley de las proporciones definidas establece que, cuando varios elementos se combinan para formar un determinado compuesto, lo hacen en una relación de pesos fija. Así, por ejemplo, 1,11 gramos de hidrógeno siempre se combinan con 8,89 gramos de oxígeno para formar 10 gramos de agua. Si aumentamos la cantidad de oxígeno y no la de hidrógeno, se obtiene la misma cantidad de agua: el exceso de oxígeno queda sin reaccionar.

En la reacción descrita, al hidrógeno se le llama reactivo limitante de la reacción porque ésta deja de producirse cuando se agota esa sustancia. Con la ley de las proporciones definidas, Proust demostró que cada compuesto contiene sus elementos en unas proporciones fijas, independientemente del modo en que se prepare el compuesto. Por ejemplo, el cloruro de sodio (NaCl) se puede obtener haciendo reaccionar hidróxido de sodio con ácido clorhídrico (NaOH + HCI) o, por el contrario, tratando carbonato de sodio con ácido clorhídrico (NaCO3 + HCI). Comprobamos que en ambos casos llegamos a un compuesto que contiene un 39,33 % de sodio y un 60,66 % de cloro.

La influencia de Proust sobre la química española no se tradujo en la formación de auténticos discípulos si exceptuamos a Juan Manuel Munárriz, traductor de Lavoisier. Ello se debe en gran medida a que sus oyentes en España no eran verdaderos profesionales, sino la misma clase social exquisita e ilustrada que él mismo frecuentaba. Esta circunstancia no impidió que publicara en España numerosos trabajos, como las tres notas insertas en los Extractos de las Juntas Generales de la Sociedad Vascongada de Amigos del País (sobre los espatos pesados, el cobalto y la composición de la bilis) y los libros Investigaciones sobre el azul de Prusia (1794-1798), Sobre los sulfatos metálicos (1801), Indagaciones sobre el estañado del cobre, la vajilla de estaño y el vidriado (1803) y Compendio de diferentes observaciones de Química (1806).

Publicó, además, los dos volúmenes de los Anales del Real Laboratorio de Química de Segovia durante su estancia en esta ciudad, y años más tarde, en 1799, participó en la redacción de los Anales de ciencias naturales junto a Cristiano Herrgen, Domingo García Fernández y Antonio José Cavanilles. Por su parte, las investigaciones que Proust llevó a cabo en Francia aparecieron plasmadas no sólo en revistas especializadas, como Journal de Physique, Annales de Chimie et de Physique o Memoirs du Musée d’Histoire Naturelle, sino también en los volúmenes titulados Mémoire sur le sucre de raisin (1808), Recueil des mémoires relatifs à la poudre à canou (1815), Sur l’existence vraisemblable du mercure dans les eaux de l’Océan (1821) y Essai sur une des causes qui peuvent amener la formation du calcul (1824).

lunes, 25 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. WILLIAM HENRY.



Fuente: wikipedia

William Henry (Mánchester, 12 de diciembre de 1775 - Pendlebury, 2 de septiembre de 1836), químico inglés.

Comenzó sus estudios de medicina en Edimburgo en 1795, doctorándose en 1807. Pero la mala salud le impidió la práctica de la medicina y se dedicó a la investigación química, fundamentalmente sobre gases.

En uno de sus principales trabajos, describió experimentos sobre la cantidad de gases absorbidos por el agua a diferente temperatura y presión. Sus resultados se conocen como la Ley de Henry. También investigó sobre el grisú, el gas de alumbrado y el poder desinfectante del calor.

martes, 19 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. ANTOINE-LAURENT DE LAVOISIER.

Fuente: biografiasyvidas.com

Antoine Laurent de Lavoisier (París, 1743 - id., 1794) Químico francés, padre de la química moderna. Orientado por su familia en un principio a seguir la carrera de derecho, Antoine-Laurent de Lavoisier recibió una magnífica educación en el Collège Mazarino, en donde adquirió no sólo buenos fundamentos en materia científica, sino también una sólida formación humanística.

Lavoisier ingresó luego en la facultad de derecho de París, donde se graduó en 1764, por más que en esta época su actividad se orientó sobre todo hacia la investigación científica. En 1766 recibió la medalla de oro de la Academia de Ciencias francesa por un ensayo sobre el mejor método de alumbrado público para grandes poblaciones. Con el geólogo J.E. Guettard, confeccionó un atlas mineralógico de Francia. En 1768 presentó una serie de artículos sobre análisis de muestras de agua, y fue admitido en la Academia, de la que fue director en 1785 y tesorero en 1791.

Su esposa, Marie Paulze, con quien se casó en 1771, fue además su más estrecha colaboradora, e incluso tradujo al inglés los artículos redactados por su esposo. Un año antes, éste se había ganado una merecida reputación entre la comunidad científica de la época al demostrar la falsedad de la antigua idea, sostenida incluso por Robert Boyle, de que el agua podía ser convertida en tierra mediante sucesivas destilaciones.

La especulación acerca de la naturaleza de los cuatro elementos tradicionales (aire, agua, tierra y fuego) llevó a Lavoisier a emprender una serie de investigaciones sobre el papel desempeñado por el aire en las reacciones de combustión. Presentó a la Academia los resultados de su investigación en 1772, e hizo hincapié en el hecho de que cuando se queman el azufre o el fósforo, éstos ganan peso por absorber «aire», mientras que el plomo metálico formado tras calentar el plomo mineral lo pierde por haber perdido «aire». A partir de los trabajos de Priestley, acertó a distinguir entre un «aire» que no se combina tras la combustión o calcinación (el nitrógeno) y otro que sí lo hace, al que denominó oxígeno (productor de ácido).

Los resultados cuantitativos y demás evidencias que obtuvo Lavoisier se oponían a la teoría del flogisto, aceptada incluso por Priestley, según la cual una sustancia hipotética -el flogisto- era la que se liberaba o se adquiría en los procesos de combustión de las sustancias. Lavoisier publicó en 1786 una brillante refutación de dicha teoría, que logró persuadir a gran parte de la comunidad científica del momento, en especial la francesa; en 1787 se publicó el Méthode de nomenclature chimique, bajo la influencia de las ideas de Lavoisier, en el que se clasificaron y denominaron los elementos y compuestos entonces conocidos.

En 1789, en colaboración con otros científicos fundó Annales de Chimie, publicación monográfica dedicada a la nueva química. La expansión de la doctrina defendida por Lavoisier se vio favorecida con la publicación en 1789 de su obra Tratado elemental de química. De este libro, que contiene una concisa exposición de su labor, cabe destacar la formulación de un primer enunciado de la ley de la conservación de la materia.

También efectuó investigaciones sobre la fermentación y sobre la respiración animal. De los resultados obtenidos tras estudiar el intercambio de gases durante el proceso de respiración, en una serie de experimentos pioneros en el campo de la bioquímica, concluyó que la respiración es un tipo de reacción de oxidación similar a la combustión del carbón, con lo cual se anticipó a las posteriores explicaciones del proceso cíclico de la vida animal y vegetal.

Lavoisier fue asimismo un destacado personaje de la sociedad francesa de su tiempo. De ideas moderadas, desempeñó numerosos cargos públicos en la Administración del Estado, si bien su adhesión al impopular Ferme Générale le supuso la enemistad con el revolucionario Marat. Un año después del inicio del Terror, en mayo de 1794, tras un juicio de tan sólo unas horas, un tribunal revolucionario lo condenó a la guillotina.

lunes, 18 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. AMEDEO AVOGADRO.



Fuente: biografiasyvidas.com

(Amedeo o Amadeo Avogadro di Quaregna; Turín, 1776-id., 1856) Químico y físico italiano. Fue catedrático de física en la Universidad de Turín durante dos períodos (1820-1822 y 1834-1850). En un trabajo titulado Ensayo sobre un modo de determinar las masas relativas de las moléculas elementales, estableció la famosa hipótesis de que volúmenes de gases iguales, a las mismas condiciones de temperatura y presión, contienen igual número de moléculas. Determinó que los gases simples como el hidrógeno y el oxígeno son diatómicos (H2, O2) y asignó la fórmula (H2O) para el agua. Las leyes de Avogadro resolvieron el conflicto entre la teoría atómica de Dalton y las experiencias de Gay-Lussac. El número de partículas en un «mol» de sustancia fue denominado constante o número de Avogadro en su honor.

Orientado por su familia a los estudios jurídicos, y después de haber practicado la abogacía durante algunos años, en 1800 se sintió atraído definitivamente por los estudios científicos y en 1809 llegó a ser profesor de física en el colegio real de Vercelli; años después, en 1820, fue nombrado docente de física matemática (o física sublime, como se decía entonces) en la Universidad de Turín.

Fue precisamente en los años transcurridos entre el primer y el segundo nombramiento, cuando publicó su más famosa memoria: el Ensayo sobre un modo de determinar las masas relativas de las moléculas elementales, en el que se enuncia por vez primera el conocido principio de química general que lleva su nombre. Es de advertir, sin embargo, que sólo medio siglo más tarde (especialmente por obra de Cannizzaro) se reconoció la gran importancia del principio citado.

La cátedra de física matemática (o "sublime") y otras más fueron suprimidas después de las revueltas de 1821, y Avogadro conservó solamente el título de profesor emérito y una mezquina pensión. En 1832, restablecida la cátedra, fue asignada a Cauchy, quien la desempeñó durante dos años, y luego se dio nuevamente a Avogadro. En este segundo período de enseñanza, que duró hasta 1850, el ilustre químico piamontés preparó también un grueso tratado en cuatro volúmenes, Física de los cuerpos ponderables o Tratado de la constitución general de los cuerpos, que prefigura genialmente hipótesis, teorías y leyes atribuidas a autores posteriores. Otras obras seleccionadas de Avogadro fueron editadas en 1911 por la Academia de Ciencias de Turín.

Publicado en 1811 en París, en el Journal de Physique, el Ensayo sobre un modo de determinar las masas relativas de las moléculas elementales puede considerarse como la pieza clave de las teorías sobre la constitución de la materia. La hipótesis atómica de John Dalton, según la cual toda sustancia está formada por átomos, había resultado insuficiente para interpretar las observaciones experimentales de Gay-Lussac sobre las combinaciones entre cuerpos en estado gaseoso. Las consecuencias de esta insuficiencia fueron graves. Precisaba renunciar a la hipótesis atómica o bien admitir que los átomos, en ciertos casos, podían "despedazarse" (es decir, renunciar al concepto de átomo), o admitir como erróneos todos los datos experimentales.

Avogadro encontró la forma de conciliar los resultados experimentales de Gay-Lussac con la teoría atómica de Dalton: propuso que las partículas de los gases elementales no estaban formadas por átomos simples, sino por agregados de átomos a los que llamó moléculas, palabra que procede del latín moles y que significa "masa". "Moléculas elementales" en el caso de cuerpos simples, formadas de átomos de la misma especie; "moléculas integrantes" en los casos de cuerpos compuestos, formadas de átomos de especie diversa. Así, pues, los gases están formados por moléculas (concepto que aparece por primera vez con el principio de Avogadro) y éstas se escinden en átomos cuando dos gases reaccionan entre sí. De este modo era inmediato explicar la ley de Gay-Lussac sin más que admitir que las moléculas de los gases elementales son diatómicas: las previsiones teóricas concordaban perfectamente con los resultados experimentales.

La celebre memoria de Avogadro, que casi pasó inadvertida en su época, fue dada a conocer al mundo científico por Estanislao Cannizzaro, en el Congreso de químicos celebrado en Karlsruhe en 1860. Fue la base de la "reforma" de Cannizzaro, con la cual la ciencia pudo finalmente, después de medio siglo de tentativas, compromisos e incertidumbres (puede decirse que de crisis), adquirir un concepto y un método seguro para la determinación de los pesos atómicos y de las fórmulas de composición de las sustancias.

Consecuencia inmediata de la ley de Avogadro fue la posibilidad de determinar el peso molecular de las sustancias en estado gaseoso. La misma ley, aplicada a las soluciones, constituye la base de los métodos de determinación de los pesos moleculares de los sólidos, como quedó demostrado con los célebres trabajos de Pfeffer, Van t'Hoff, Régnault o De Vries. Otra consecuencia importante de la teoría de Avogadro es que al tomar de cada sustancia un peso (en gramos) expresado por el peso molecular, tomamos siempre un número igual de moléculas; es decir, en el orden de tamaño de la escala humana, puede trabajarse con cantidades que en la escala corpuscular corresponden a las moléculas. La químico-física moderna está basada esencialmente en la teoría de Avogadro.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. ENRICO FERMI.



Fuente: biografiasyvidas.com

Enrico Fermi (Roma, 1901 - Chicago, 1954) Físico nuclear italiano. Fue alumno de la Escuela Normal Superior de Pisa y se graduó en 1922. Entre este año y 1932 se desarrolló la primera fase de su actividad científica: la de la Física atómica y molecular. En 1927 aplicó la "estadística de Fermi" a los electrones que se mueven en torno al núcleo del átomo, con lo cual estableció un método aproximativo para el estudio de muchas cuestiones atómicas ("método de Thomas-Fermi").

El segundo período de su labor en el ámbito de la ciencia se extendió entre 1933 y 1949, y estuvo dedicado a la Física nuclear. En 1933 su teoría de la radiactividad "beta" dio forma cuantitativa al proceso de la transformación de un neutrón en un protón mediante la emisión de un electrón y un neutrino. Luego estudió la radiactividad artificial, descubierta por el matrimonio Joliot-Curie, y en 1934 descubrió la provocada por un bombardeo de neutrones; posteriormente vio que las sustancias hidrogenadas y, en general, los elementos ligeros podían disminuir la velocidad de los neutrones después de choques elásticos. Y, así, en 1935-36 estudió las propiedades de absorción y difusión de los neutrones lentos.

Todo ello le valió en 1938 el premio Nobel de Física. A fines de aquel año se trasladó a los Estados Unidos; allí trabajó en la Columbia University de Nueva York, y luego, a partir de 1942, en la Universidad de Chicago, donde, tras las investigaciones llevadas a cabo con diversos colaboradores, hizo funcionar el 2 de diciembre de 1942 una pila de uranio y grafito, el primer reactor nuclear.

Terminada la guerra, se dedicó al estudio de los neutrones lentos y, en particular, de la difracción de los neutrones por diversos cristales. Durante el período 1947-49 realizó investigaciones teóricas y experimentales sobre las influencias mutuas existentes entre las partículas elementales y publicó un esbozo de teoría acerca del origen de los rayos cósmicos. La última fase de la actividad científica de Enrico Fermi empezó en 1949, comprendiendo una amplia serie de experiencias sobre las propiedades de difusión de los mesones por los protones, campo en el cual llegó asimismo a numerosos resultados fundamentales.

Enrico Fermi perteneció a muchas academias italianas y extranjeras, y fue galardonado por diversos países. En 1953 fue nombrado presidente de la American Physical Society. Además de unas doscientas memorias aparecidas en varias revistas de Italia y de otras naciones, publicó cuatro libros: Introduzione alla Fisica atomica (1928), Molecole e cristalli (1934), Thermodynamics (1937) y Elementary particles (1951). La figura de Fermi destaca en la historia de la Física no sólo por sus dotes de investigador, sino también por sus elevadas cualidades de maestro.

Pongamos cara y vida a la Ciencia. OTTO HAHN.



Fuente: biografiasyvidas.com

Otto Hahn (Frankfurt, Alemania, 1879 - Gotinga, id., 1968) Químico alemán, descubridor de la fisión nuclear. Estudió química en la Universidad de Marburgo, en la que se doctoró en 1901. Tres años más tarde se trasladó a Londres, donde colaboró con sir William Ramsay en investigaciones relacionadas con los fenómenos radiactivos. Ya en esta época, al intentar purificar una muestra de radio, identificó la presencia de una nueva sustancia radiactiva a la que denominó radiotorio. Animado por este descubrimiento, viajó hasta Montreal (donde trabó amistad con Ernest Rutherford) para ampliar sus conocimientos sobre la radiactividad.

A su regreso a Alemania, en 1906, trabajó con la física austriaca Lise Meitner, con la que se trasladó al nuevo Instituto Químico Káiser Guillermo de Berlín, cinco años más tarde, para dirigir el departamento de radioquímica. Tras la Primera Guerra Mundial, Hahn y Meitner estuvieron entre los primeros en aislar el isótopo 231 del protactinio, uno de los últimos elementos radiactivos naturales descubiertos.

En 1934, el físico italoestadounidense Enrico Fermi observó que, tras bombardear con neutrones el uranio, proceso en el que se libera una ingente cantidad de energía, se forman una serie de productos radiactivos. A finales de 1938, Hahn, en colaboración con el joven Fritz Strassman, pues Meitner se vio obligada a huir de Alemania a causa de la persecución nazi contra los judíos, concluyó, en contra de las expectativas iniciales, que uno de los productos de la desintegración del uranio es un isótopo radiactivo de un elemento de mucho menor peso, el bario, lo cual indujo a pensar que el átomo de uranio se divide en dos átomos más ligeros tras el proceso de bombardeo con neutrones.

El fenómeno, que fue bautizado con el nombre de fisión nuclear, le supuso a su descubridor el Premio Nobel de Química de 1944. Después de haber abandonado Alemania durante los años de la Segunda Guerra Mundial para instalarse en el Reino Unido, regresó a su país convertido en una figura de relieve social, comprometido con la causa vinculada al desarme nuclear.

Pongamos cara y vida a la Ciencia. KASIMIR FAJANS.



Fuente: biografiasyvidas.com

(Varsovia,1887 - Michigan, 1975) Químico polaco. Fue profesor en las universidades técnicas de Karlsruhe y Munich y, trasladado a Estados Unidos, en la Universidad de Michigan. Realizó notables investigaciones sobre radiactividad e isotopía y desarrolló la teoría cuántica de la estructura electrónica molecular. En 1913 descubrió, al mismo tiempo que Soddy, las leyes que regulan el desplazamiento en las transformaciones radiactivas, actualmente conocidas como leyes de Soddy-Fajans.

La emisión de rayos alfa y beta da lugar a la transmutación nuclear de los átomos radiactivos, es decir, a la transformación de un elemento en otro distinto. Frederick Soddy demostró que cuando un átomo emite una partícula alfa se transforma en el elemento que corresponde, en la tabla periódica, a una casilla retrasada dos lugares en relación al átomo original, con un número másico cuatro unidades menor. Fajans afirmó, como resultado de sus investigaciones, que cuando un átomo emite una partícula beta se transforma en el elemento que corresponde, en la tabla periódica, a una casilla adelantada en un lugar, quedando invariable su masa atómica.

La ley de Soddy-Fajans suele formularse de este modo: la emisión de una partícula alfa (núcleo de helio) por parte de un elemento de número atómico N lo transmuta en otro de número atómico N-2. La emisión de una partícula beta (electrón) por parte de un elemento de número atómico N lo transmuta en otro elemento de número atómico N+1. Estos nuevos elementos son, por lo general, inestables.

Pongamos cara y vida a la Ciencia. FREDERICK SODDY.



Fuente: biografiasyvidas.com

Frederick Soddy (Eastbourne, 1877 - Brighton, 1956) Químico y físico británico. Se licenció en química por la Universidad de Oxford, y dos años después trabajó como auxiliar de laboratorio en la Universidad McGill, en Montreal; completó su formación en Londres y ejerció luego la docencia en Glasgow, Aberdeen y, desde 1919, en la Universidad de Oxford. Junto a Rutherford, explicó el fenómeno de la radiactividad: la ley de Soddy o de los desplazamientos radiactivos proponía que los átomos pesados son inestables y que un elemento pesado puede comenzar un proceso espontáneo de desintegración atómica, desprendiéndose de una cierta cantidad de masa y carga de sus átomos hasta llegar a constituir un nuevo elemento. Soddy acuñó el término isótopo para designar a los átomos dotados del mismo número atómico pero de masa diferente. En 1920 vislumbró las posibilidades del uso de la energía atómica procedente del uranio, aplicación que llegaría a ver con sus propios ojos en 1945. Por sus contribuciones al conocimiento de la química de las sustancias radiactivas y por sus investigaciones acerca de la naturaleza de los isótopos, recibió el premio Nobel de Química en 1921.

El descubrimiento por el francés Henri Becquerel del fenómeno de la radiactividad, que debe su nombre a Marie Curie, había estimulado al químico y físico británico William Crookes a investigar el uranio. Contradiciendo sus resultados, Becquerel afirmó que el uranio gana en radiactividad a medida que emite radiaciones. La emisión de los que inicialmente se denominaron rayos de Becquerel transforma los átomos del uranio en átomos de radiactividad más intensa; ésta fue la primera sugerencia de que la radiactividad implica el cambio de un elemento a otro.

En 1902, Frederick Soddy y el físico británico Ernest Rutherford, de quien era entonces ayudante, descubrieron la desintegración radiactiva de los elementos a través de experimentos en que se manipulaban químicamente compuestos de uranio y de sodio. Sus trabajos llevarían a la formulación de la ley de Soddy o de los desplazamientos radiactivos: cada elemento radiactivo, empezando por el uranio o el torio, se desintegra dando lugar a un nuevo elemento al emitir una partícula subatómica, repitiéndose la secuencia hasta llegar al plomo. Surgió así el concepto de serie radiactiva, que apoyaba la idea sugerida por el estadounidense Bertran Borden Boltwood, según la cual los elementos radiactivos no son independientes, sino que derivan unos de otros siguiendo líneas determinadas de desintegración.
Las investigaciones de Soddy le condujeron a determinar 45 elementos diferentes en el proceso de desintegración radiactiva. Sin embargo, en la tabla periódica de Mendeleiev no quedaban más que diez o doce lugares al final del sistema donde podían ser colocados estos nuevos elementos intermedios encontrados. Soddy propuso que los elementos producidos en las transformaciones radiactivas podían ocupar el mismo lugar en la tabla y, por esta razón, los denominó "isótopos", término formado con dos raíces griegas que significan "el mismo lugar".

Posteriormente se demostró que los isótopos son únicamente versiones distintas de un mismo elemento, que se diferencian en la masa del núcleo. En 1914, Soddy detectó que el plomo es el único elemento estable en que se desintegran los elementos radiactivos intermedios. Boltwood lo había anunciado hacía ya una década, sugiriendo la medición de la cantidad de plomo como medio eficaz y fiable para determinar la edad de la corteza terrestre. En poco tiempo se desarrollan otros métodos no radiactivos, o también radiactivos pero más seguros, como el del carbono 14, que permite la determinación precisa de la antigüedad de los restos orgánicos.

La Ciencia tiene nombre de mujer. MARIE CURIE





Fuente: buscabiografias.com

Marja Sklodowska (1867/11/07 - 1934/07/04) 

Nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia (Polonia).

Fue la última de los cinco hijos de los maestros Bronislawa Boguska, y Wladyslaw Sklodowski, que impartía clases de de matemáticas y física. 

Cuando tenía diez años de edad comenzó a asistir a la escuela internado de J. Sikorska; después asistió a una escuela para las niñas, en la que se graduó el 12 de junio 1883 con medalla de oro. Sufrió un colapso, posiblemente debido a una depresión, y pasó un año en el campo con parientes de su padre, y el año siguiente con su padre en Varsovia, donde dio clases particulares porque no fue posible inscribirla en una institución de educación superior por ser mujer. Junto a su hermana Bronislawa ingresó en la clandestina Uniwersytet Latajacy, una institución de educación superior que si admitía estudiantes femeninos.

En 1891 partió hacia París, donde cambió su nombre por Marie. En 1891 se matriculó en el curso de ciencias de la Universidad parisiense de la Sorbona. Pasados dos años, finalizó sus estudios de física con el número uno de su promoción. Compartió su tiempo de estudio con el aprendizaje y la actuación en un teatro de aficionados.

En 1894 conoció a Pierre Curie. En ese momento, los dos trabajaban en el campo del magnetismo. Con 35 años, Pierre Curie era una brillante esperanza en la física francesa. Se enamoró enseguida de aquella fina y casi austera polaca de 27 años que compartía su fe altruista en la ciencia. Después de que Pierre le propusiera matrimonio y la convenciera para vivir en París, celebran el 26 de julio de 1895 su boda con una sencillez extrema: ni fiesta, ni alianzas, ni vestido blanco. La novia luce ese día un traje azul común y corriente y luego, con su novio, monta en una bicicleta para iniciar la luna de miel por las carreteras de Francia. El matrimonio tuvo dos hijas, una de ellas también ganó un Nobel: Irène Joliot-Curie y su marido, Frédéric, recibieron el Premio Nobel de Química en 1935 por la obtención de nuevos elementos radiactivos.

Marie Curie estaba interesada en los recientes descubrimientos de los nuevos tipos de radiación. Wilhelm Roentgen había descubierto los rayos X en 1895, y en 1896 Antoine Henri Becquerel descubrió que el uranio emitía radiaciones invisibles similares. Por todo esto comenzó a estudiar las radiaciones del uranio y, utilizando las técnicas piezoeléctricas inventadas por Pierre, midió cuidadosamente las radiaciones en la pechblenda, un mineral que contiene uranio. Cuando vio que las radiaciones del mineral eran más intensas que las del propio uranio, se dio cuenta de que tenía que haber elementos desconocidos, incluso más radiactivos que el uranio. Marie Curie fue la primera en utilizar el término 'radiactivo' para describir los elementos que emiten radiaciones cuando se descomponen sus núcleos.
Su marido acabó su trabajo sobre el magnetismo para unirse a la investigación de su esposa, y en 1898 el matrimonio anunció el descubrimiento de dos nuevos elementos: el polonio (Marie le dio ese nombre en honor de su país de nacimiento) y el radio. Durante los siguientes cuatro años el matrimonio, trabajando en condiciones muy precarias, trató una tonelada de pechblenda, de la que aislaron una fracción de radio de un gramo.
En 1903 les concedieron el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos, que compartieron con Becquerel. Sin embargo, para ellos, esta gloria es un "desastre"; muy reservados los dos, devorados por la misma pasión por la investigación, sufren al verse apartados de ella y al ver su laboratorio asaltado por gente inoportuna, su modesto pabellón parisino invadido por los periodistas y los fotógrafos. A las frivolidades que les pesan, se añade un correo cada vez más voluminoso, del que se ocupan los domingos. Marie Curie se convirtió en la primera mujer que recibía este premio.
En 1904 Pierre Curie fue nombrado profesor de física en la Universidad de París, y en 1905 miembro de la Academia Francesa. Estos cargos no eran normalmente ocupados por mujeres, y Marie no tuvo el mismo reconocimiento. Pierre falleció mientras cruzaba la calle Dauphine, atropellado por un carro de caballos el 19 de abril de 1906. A partir de este momento, Marie se ocupó de sus clases y continuó sus propias investigaciones. 

En 1911, Marie protagoniza un escándalo cuando establece una relación con el sabio Paul Langevin, que está casado. Parte de la prensa se lanza contra la "ladrona de maridos", "la extranjera". Este mismo año la otorgaron un segundo Nobel, el de Química, por sus investigaciones sobre el radio y sus compuestos. Fue nombrada directora del Instituto de Radio de París en 1914 y se fundó el Instituto Curie.
En mayo de 1921, gracias a la periodista estadounidense Mary Meloney, ella y sus hijas se trasladaron a los Estados Unidos, donde, gracias a fondos recaudados entre la comunidad polaca y a algún millonario estadounidense pudieron comprar un gramo de radio para el Instituto del Radio. Además consiguió el dinero extra para equipo de laboratorio.

Marie Curie sufrió una anemia perniciosa causada por las largas exposiciones a la radiación. Tras quedar ciega, falleció el 4 de julio de 1934 en la Clínica Sancellemoz, cerca de Passy, Alta Saboya, Francia. Fue enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur de París.

martes, 5 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. PIERRE CURIE.




Fuente: wikipedia

Pierre Curie (París, 15 de mayo de 1859 - íd. 19 de abril de 1906) fue un físico francés, pionero en el estudio de la radiactividad y descubridor de la piezoelectricidad, que fue galardonado con el Premio Nobel de Física del año 1903.

Su padre era un médico de cabecera establecido en París. Durante sus primeros años escolares fue educado en el hogar familiar pues su padre pensaba que esta vía era más adecuada para desarrollar sus capacidades intelectuales y personales.

A la edad de 16 años ya demostraba un profundo interés por las matemáticas y tenía especial facilidad en el aprendizaje de la geometría espacial, lo cual le fue de utilidad en sus estudios sobre cristalografía.

En 1878, con 18 años y tras matricularse con 16 años en la Facultad de Ciencias de la Sorbona, obtuvo su license ès sciences, el equivalente a un máster en la actualidad, sin poder comenzar sus estudios de doctorado por escasez de recursos económicos y pasando a trabajar en un insuficientemente remunerado puesto como asistente de laboratorio en la Sorbona.

En 1880 descubrió la piezoelectricidad con su hermano Jacques, es decir, el fenómeno por el cual al comprimir un cristal (cuarzo) se genera un potencial eléctrico. Posteriormente ambos hermanos demostraron el efecto contrario: que los cristales se pueden deformar cuando se someten a un potencial.

Enunció en 1894 el principio universal de simetría: las simetrías presentes en las causas de un fenómeno físico también se encuentran en sus consecuencias.

Durante su doctorado y los años siguientes se dedicó a investigar alrededor del magnetismo. Desarrolló una balanza de torsión muy sensible para estudiar fenómenos magnéticos y estudió el ferromagnetismo, el paramagnetismo y el diamagnetismo. Como resultado de estos estudios, se destaca el descubrimiento del efecto de la temperatura sobre el paramagnetismo, conocido actualmente como la ley de Curie. También descubrió que las sustancias ferromagnéticas presentan una temperatura por encima de la cual pierden su carácter ferromagnético; esta temperatura se conoce como temperatura o punto de Curie.

En 1895 se casó con Maria Sklodowska (Marie Curie), hija de dos profesores polacos, con quien desarrolló una importante parte de sus investigaciones. A partir de aquel momento se dedicaron juntos al estudio del entonces novedoso campo de la radiactividad y trabajaron en el aislamiento del polonio y del radio. Marie y Pierre Curie manejaron el campo de la radiactividad hasta el punto en el cual tuvieron dos grandes descubrimiento que fueron el polonio y el radio

Pierre y Marie Curie fueron padres de Irène Joliot-Curie (quien continuando el trabajo iniciado por sus padres recibió a su vez el Premio Nobel de Química en 1935 conjuntamente con su esposo Frédéric Joliot-Curie) y Ève Curie.

Pierre murió en un accidente la mañana del 19 de abril de 1906, al ser atropellado por un coche de caballos. El 21 de abril de 1995 los restos de Pierre Curie se trasladaron del panteón familiar al Panteón de París, Marie Curie murió de leucemia en el año 1934 debido a sus trabajos con sustancias radiactivas.
En 1903, Pierre Curie recibió el premio Nobel de Física conjuntamente con Marie Curie y Henri Becquerel, en reconocimiento a los extraordinarios servicios prestados conjuntamente en sus investigaciones sobre la radiación descubierta por este último.

Ambos fueron galardonados también con la Medalla Davy de la Royal Society de Londres en 1903. En 1910 el Congreso de Radiología aprobó poner el nombre de curio a la unidad de la actividad radioactiva (3,7×1010 desintegraciones por segundo).

En su honor, así como en el de su esposa, recibe el nombre el asteroide (7000) Curie, descubierto el 6 de noviembre de 1939 por Fernand Rigaux. En su honor recibió también el nombre el elemento sintético curio (Cm) descubierto en 1944, así como también el cráter Curie en la Luna y el cráter Curie de Marte.

Pongamos cara y vida a la Ciencia. ANTOINE-HENRI BECQUEREL.



Fuente: biografiasyvidas.com

Antoine henri Becquerel (París, 1852-Le Croisic, Francia, 1908) Físico francés, descubridor de la radiactividad. Educado en el seno de una familia constituida por varias generaciones de científicos, entre los que destacaron su abuelo, Antoine-César, y su padre, Alexandre-Edmond, estudió en el Lycée Louis-le-Grand, para ingresar el 1874 en la École des Ponts et Chausées (Escuela de Caminos y Puentes), donde permaneció durante tres años.

En 1894 fue nombrado jefe de ingenieros del Ministerio francés de Caminos y Puentes. En su primera actividad en el campo de la experimentación científica investigó fenómenos relacionados con la rotación de la luz polarizada, causada por campos magnéticos. Posteriormente se dedicó a examinar el espectro resultante de la estimulación de cristales fosforescentes con luz infrarroja.

Tras el descubrimiento, a finales de 1895, de los rayos X por Wilhelm Röntgen, Becquerel observó que éstos, al impactar con un haz de rayos catódicos en un tubo de vidrio en el que se ha hecho el vacío, se tornaban fluorescentes. A raíz de esta observación, se propuso averiguar si existía una relación fundamental entre los rayos X y la radiación visible, de tal modo que todos los materiales susceptibles de emitir luz, estimulados por cualquier medio, emitan, así mismo, rayos X.

Para comprobar esta hipótesis, colocó cristales sobre una placa fotográfica envuelta en papel opaco, de tal forma que sólo la radiación invisible, correspondiente a los rayos X, pudiera revelar la emulsión contenida en la placa; previamente excitó los cristales mediante exposición a la luz solar. Al cabo de unas horas comprobó que la placa revelaba la silueta perfilada por los cristales.

En un experimento posterior, intercaló una moneda entre los cristales y la envoltura opaca; tras unas horas de exposición, verificó que la imagen de la moneda se perfilaba en la placa. El 24 de febrero de 1896 informó del resultado de estos experimentos a la Academia de las Ciencias francesa, advirtiendo en su informe la particular actividad mostrada por los cristales constituidos por sales de uranio. Ocho días después comprobó que las sales de uranio eran activas sin necesidad de ser expuestas a una fuente energética.

Pierre y Marie Curie bautizaron este fenómeno con el nombre de radiactividad, tras el descubrimiento por parte del matrimonio Curie de nuevos elementos como el torio, el polonio y el radio, materiales que muestran un comportamiento análogo al del uranio. En 1903 compartió el Premio Nobel de Física con el matrimonio Curie.

Pongamos cara y vida a la Ciencia. WILHELM KONRAD VON ROENTGEN.



Fuente: biografiasyvidas.com

(Wilhelm Konrad o Conrad von Röntgen o Roentgen; Lennep, hoy Remscheid, actual Alemania, 1845 - Munich, 1923) Físico alemán. Estudió en el Instituto Politécnico de Zurich y posteriormente ejerció la docencia en las universidades de Estrasburgo (1876-1879), Giessen (1879-1888), Wurzburgo (1888-1900) y Munich (1900-1920). Sus investigaciones, al margen de su célebre descubrimiento de los rayos X, por el que en 1901 obtuvo el primer Premio Nobel de Física que se concedió, se centraron en diversos campos de la física, como los de la elasticidad, los fenómenos capilares, la absorción del calor y los calores específicos de los gases, y la conducción del calor en los cristales y la piezoelectricidad.

En 1895, mientras se hallaba experimentando con corrientes eléctricas en el seno de un tubo de rayos catódicos –tubo de cristal en el que se ha practicado previamente el vacío– observó que una muestra de platinocianuro de bario colocada cerca del tubo emite luz cuando éste se encuentra en funcionamiento. Para explicar tal fenómeno argumentó que, cuando los rayos catódicos (electrones) impactan con el cristal del tubo, se forma algún tipo de radiación desconocida capaz de desplazarse hasta el producto químico y provocar en él la luminiscencia. Posteriores investigaciones revelaron que el papel, la madera y el aluminio, entre otros materiales, son transparentes a esta forma de radiación; descubrió además que esta radiación velaba las placas fotográficas.

El físico alemán logró determinar que los rayos se propagaban en línea recta, y también demostrar que eran de alta energía, pues ionizaban el aire y no se desviaban por los campos eléctricos y magnéticos. Al no presentar ninguna de las propiedades comunes de la luz, como la reflexión y la refracción, W. C. Roentgen pensó erróneamente que estos rayos no estaban relacionados con ella. En razón, pues, de su extraña naturaleza, denominó a este tipo de radiación rayos X.

Roentgen intuyó inmediatamente la posibilidad de la aplicación del descubrimiento al campo de la Medicina, y llevó a cabo él mismo la primera observación radiográfica de los huesos. El 28 de diciembre de 1895, Roentgen hizo llegar a una revista científica y a los principales físicos de Europa un documento en el que detallaba su descubrimiento, acompañado de una radiografía de su propia mano. Entre los científicos que recibieron la comunicación se encontraba Poincaré, quien, el 24 de enero de 1896, lo mostró en la reunión semanal de la Académie des Sciences de París, y sugirió a su colega y amigo Antoine-Henri Becquerel, que estaba trabajando en las propiedades de las sales de uranio y de otras sustancias que manifestaban fluorescencia, que si los rayos X podían causar fluorescencia, tal vez algunas sustancias fluorescentes pudiesen emitir rayos X.

El descubrimiento de los rayos X supuso una revolución en los campos de la física y la medicina, y buena parte del mundo científico se volcó en su estudio. Su descubrimiento hizo que la radiología fuera contemplada como una rama de la ciencia y señaló el comienzo de la era de la electrónica, además de proveer a la medicina de un nuevo método de diagnóstico.

Por otra parte, los bulos acerca de las extraordinarias propiedades de los rayos X tuvieron un gran impacto social. Algunos ignorantes detractores intentaron vetarlos (decían que con ellos era posible ver a las mujeres desnudas), y los mercachifles se aprovecharon del desconocimiento general, al extremo de que varios fabricantes de ropa interior se enriquecieron notablemente vendiendo prendas anti-rayos X. El absurdo llegó hasta los legisladores; en el estado de Nueva Jersey se prohibió instalar rayos X en los gemelos de teatro para salvaguardar la intimidad de las coristas.

El inventor e industrial norteamericano Thomas Edison, enterado de la existencia del descubrimiento, se puso en contacto con el sabio alemán, insistiendo para comprarle la patente de los rayos X, a lo que Roentgen se negó rotundamente, pues consideraba los beneficios de su invento patrimonio de la humanidad. Aunque se resignó a no conseguir a la patente, Edison instaló en la Exposición Eléctrica de Nueva York de 1896 una atracción en la que por unas monedas se podía meter la mano frente a un aparato de rayos X que proyectaba los huesos sobre una pantalla fluorescente. El encargado de la atracción, después de unas semanas de trabajo, perdió la piel de la mano por quemaduras profundas y falleció a causa de la subsiguiente infección; fue la primera víctima de la historia de la radiación.

lunes, 4 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. WALTHER NERNST.



Fuente: biografiasyvidas.com

Walther Nernst (Briesen, 1864 - Ober-Zibelle, 1941) Físico y químico alemán. Estudió sucesivamente en Zurich, Berlín, Graz y Würzburg, y fue alumno de Kohlrausch y de W. Ostwald. En 1887 fue nombrado ayudante en el laboratorio Ostwald de Leipzig, y dos años más tarde, lector. En 1894 obtuvo la cátedra de Química y Física de Gotinga. Pasó después, en 1904, a la Universidad de Berlín, como sucesor de Plank, en la enseñanza de la Física. Obtuvo en 1920 el Premio Nobel de Química, por sus estudios sobre termodinámica. En 1925 fue nombrado director del Instituto de Investigaciones Físicas. Fue también presidente del Instituto del Reich de Física aplicada, y miembro de la Academia de Berlín.

En 1906, como consecuencia de numerosos estudios suyos, enunció el tercer principio de la termodinámica que lleva su nombre. Aplicó la teoría de Planck para explicar los fenómenos del calor especifico, e hizo esta aplicación casi al mismo tiempo que Einstein y que el holandés Peter Debye. Fundamental es también su teoría osmótica de la pila galvánica. Dedicado también a las aplicaciones prácticas, inventó la lámpara que lleva su nombre, y sustituyó con filamentos a base de óxidos metálicos el filamento de carbón de las primeras lámparas eléctricas, mejorando así su rendimiento.

Nernst estudió asimismo el equilibrio entre el amoníaco, el nitrógeno y el hidrógeno a temperaturas y presiones diferentes: estudio que fue continuado después por Fritz Haber (1868-1933). Entre sus obras recordamos Fines de la química física, La importancia del nitrógeno para la vida, Los fundamentos teoréticos y experimentales del nuevo principio de la termodinámica y Química teorética desde el punto de vista de la regla de Avogadro y de la termodinámica.

domingo, 3 de mayo de 2015

Pongamos cara y vida a la Ciencia. ARTHUR HOLLY COMPTON.



Fuente: biografiasyvidas.com

Arthur Holly Compton (Wooster, 1892 - Berkeley, 1962) Físico estadounidense, descubridor del efecto que lleva su nombre, cuya explicación desempeñó un papel decisivo en el desarrollo y formulación de la teoría cuántica. Hijo de un ministro presbiteriano que era profesor de Filosofía en Wooster, realizó sus estudios en su ciudad natal y en la Universidad de Princeton, donde se doctoró en 1916.

Después de trabajar como docente en la Universidad de Minnesota (1916-1917) y como investigador para la Westinghouse Lamp Corporation (1917-1919), pasó un año en Gran Bretaña, en el laboratorio dirigido por Rutherford en la Universidad de Cambridge. En 1920 se incorporó a la Washington University de St. Louis como profesor de Física y director de su departamento, y tres años más tarde fue nombrado profesor de Física en la Universidad de Chicago. En 1945 regresó a la Washington University como rector, ocupando dicho cargo hasta 1954.

Interesado por los rayos X desde los comienzos de su carrera como investigador, en 1923 estudió experimentalmente la difracción de este tipo de radiaciones al atravesar un bloque de parafina, y puso de manifiesto que los rayos difractados poseían una longitud de onda superior a la de los incidentes y que, en consecuencia, su nivel de energía era inferior; este efecto, que no poseía una interpretación adecuada en el marco de la teoría ondulatoria de la luz, fue explicado por Compton y por P. J. W. Debye como consecuencia del choque elástico entre fotones integrantes de la radiación electromagnética y electrones libres o débilmente ligados de la materia, con cesión de energía de los primeros a los segundos.

Compton estableció una fórmula que relacionaba la variación de la longitud de onda con el ángulo de difracción y detectó, en una cámara de Wilson, el retroceso en las trayectorias de los electrones al colisionar con los fotones. Los resultados de la investigación quedaron recogidos en dos artículos publicados ese mismo año en la Physical Review: "Una teoría cuántica de la difracción de los rayos X por elementos ligeros" ("A Quantum Theory of the Scattering of X-Rays by Light Elements") y "El espectro de difracción de los rayos X" ("The Spectrum of Scattered X-Rays").

Consecuencia fundamental del efecto descubierto por Compton y de su explicación fue la de hacer patente que a la radiación electromagnética podían atribuírsele características corpusculares, lo cual confirmaba la atribución hecha por Einstein de energía y momento a los fotones, y abría el camino a la hipótesis del dualismo onda-partícula en el comportamiento de la materia, formulada por L. de Broglie en 1925. La investigaciones de Compton lo hicieron merecedor en 1927 del Premio Nobel de Física, que compartió con C. T. R. Wilson.

Durante la década de 1930, Compton se dedicó al estudio de los rayos cósmicos, defendiendo su naturaleza corpuscular contra la opinión -expresada por R. A. Millikan- de que se trataba de mera radiación desprovista de carga; junto con sus colaboradores, diseñó y perfeccionó una cámara de ionización para medir su intensidad y, en 1933, organizó un estudio a escala mundial en el que intervinieron sesenta y nueve estaciones de observación provistas de equipamientos similares, con el objeto de confirmar la variación de la intensidad de la radiación cósmica recibida en función de la latitud geomagnética, poniendo así de manifiesto su desviación por el campo magnético terrestre. También mostró que la intensidad de los rayos cósmicos varía a lo largo del día y del año, con la rotación del Sol y con el tiempo sidéreo, variación esta última que atribuyó al hecho de que la radiación penetraba en la Galaxia procedente del exterior.

En 1941 Compton fue nombrado miembro de un comité gubernamental encargado de estudiar la viabilidad de la fabricación de una bomba atómica, atribuyéndosele la responsabilidad de la producción del plutonio necesario, que se inició en Chicago bajo su dirección en 1942. Su profunda fe religiosa le hizo aceptar sus obligaciones con renuencia sólo mitigada por el convencimiento de que la guerra no tendría un rápido desenlace más que recurriendo al arma nuclear.

Fue autor de diversos libros, entre los que cabe citar Los rayos X y los electrones (X-Rays and Electrons, 1926); The Freedom of Man (La libertad del hombre), 1935; Los rayos X en la teoría y en la práctica experimental (X-Rays in Theory and Experiment, 1935), escrito en colaboración con S. K. Allison; Human Meaning of Science (El significado humano de la ciencia), 1940, y Atomic Quest: A Personal Narrative (La búsqueda atómica: un relato personal), 1956. En 1967 se publicó póstumamente una recopilación de sus textos e intervenciones públicas con el título The Cosmos of Arthur Holly Compton (El cosmos de Arthur Holly Compton).